"Todos mis órganos se reflejan en el lado opuesto de mi cuerpo" La vida de Hannah con Situs Inversus.

Me llamo Hannah y tengo 17 años.

Nací con una cardiopatía poco común: mi cuerpo no contaba con la vía natural para enviar sangre a los pulmones. Por ello, tuve que someterme a cuatro cirugías de corazón diferentes cuando era pequeña. Originalmente iban a ser tres, pero cuando tenía solo tres años y medio, vomité un coágulo de sangre, lo que me obligó a una cuarta cirugía inesperada.

Además de mi cardiopatía, también nací con situs inversus, una afección en la que todos mis órganos se reflejan en el lado opuesto del cuerpo. El año pasado, al cumplir 16 años, me diagnosticaron una enfermedad hepática, un diagnóstico que cambió mi vida por completo.

Lidiando con una enfermedad crónica

La enfermedad hepática ha vuelto mi vida diaria impredecible. Algunos días, apenas puedo ir a la escuela por el insoportable dolor de estómago. He tenido que aprender a adaptar mi rutina y a ir paso a paso. Uno de los mayores desafíos es controlar mis síntomas mientras intento llevar una vida normal.

Una de las cosas con las que más lucho es el dolor de estómago crónico. Con el tiempo, he encontrado pequeñas maneras de controlarlo. He notado que comer carne empeora mis síntomas, probablemente debido a lo difícil que es para mi cuerpo digerirla. Por eso, trato de evitarla tanto como puedo. También tengo que tener mucho cuidado de no exigirme demasiado.

Ayer fue un ejemplo perfecto de esto. Después de mi cita con el médico, mi madre y yo fuimos de compras y, después de caminar un rato, empecé a sentirme mareada y con náuseas. Aunque quiero hacer todo lo que hace un adolescente normal, mi cuerpo a menudo me recuerda mis límites.

Por qué comparto mi historia

Vivir con una enfermedad crónica puede resultar aislador, pero sé que no estoy solo. Al compartir mi experiencia, espero conectar con otras personas que estén pasando por algo similar. Si mi historia puede ayudar a una sola persona a sentirse menos sola, vale la pena compartirla.

Gracias por leer, y a quienes tengan problemas de salud: no están solos.